Maneja el estrés de la reválida

Maneja el estrés de la reválida

Por Camile Roldán Soto

 Bienes raíces, derecho, medicina, contabilidad, sicología… si enfrentas una reválida o examen, no estará de más conocer claves para el éxito…

La ansiedad que experimenta un estudiante los meses previos a tomar su examen de reválida, o incluso el mismo día de la prueba, es capaz de poner en peligro años de estudio y esfuerzo.

¿Cómo lograr que el tiempo de repaso sea efectivo? ¿qué estrategias funcionan para mantener el vaivén de emociones bajo control? ¿cómo se enfrenta un resultado negativo y se vuelve a empezar?

Lo cierto es que cada quien tiene su estilo a la hora de estudiar. Hay quienes prefieren hacerlo en grupo.

Otros se alejan a un espacio libre de distracciones, desactivan la cuenta de Facebook y posiblemente el celular.


Una rutina personal

A la hora de estudiar, la receta termina siendo algo muy individual. Pero aún dentro de los matices de las preferencias personales, hay estrategias útiles para organizar las horas, mantener la concentración y alcanzar la meta. La más básica: tener una rutina de estudio.

Organizar cómo serán invertidas las horas ofrece la estructura necesaria para repasar la gran cantidad de material que deben conocer los aspirantes a ejercer el derecho, la medicina o la contabilidad, entre otras profesiones.

“Yo me fui a un apartamento sola. Me levantaba todos los días a las 7:00 a.m. y después de desayunar estudiaba hasta las 12:30. Me tomaba unas dos horas de almuerzo y seguía estudiando hasta las 6:00 p.m., que es cuando me iba a correr”, recuerda una abogada que pasó en el primer intento la reválida.

Compara la preparación para el examen con una carrera de larga distancia en la que hay que mantener el paso sin claudicar hasta llegar al final.

Esta disciplina de estudio es vital. Pero ¿qué pasa cuando se separa el tiempo de estudio y, sin embargo, no llega a dominarse el material o, peor aún, el día del examen los nervios traicionan?

La licenciada Melissa Collazo trabaja a tiempo parcial como coach de estudiantes de Derecho. Entre ellos, varios han fallado en el intento más de una vez. A partir de su experiencia personal -pasó la reválida en el cuarto intento- y lo que observa de los alumnos que atiende concluye que la reválida de Derecho “es 50% conocimiento y 50% seguridad en ti mismo”.

“Cuando los estudiantes pierden la confianza, empiezan a tener problemas”, comenta.

A los graduados, les enseña una combinación de estrategias para responder a las preguntas del examen de manera asertiva y rápida. De este modo, aprovechan el tiempo, especialmente cuando queda poco y todavía no se han cubierto todas las partes.

La segunda parte del trabajo -que requieren reforzar unos alumnos más que otros- es el control de las emociones. Es tener la capacidad de no caer presa de la desesperación cuando se tienen al frente 14 carpetas de información, de sobre 100 páginas. Para aquellos estudiantes que sufren de ansiedad, es poder llegar hasta el lugar del examen sin vomitar en el camino o callar esa vocecita interna que grita: te vas a colgar.

Mónica, estudiante graduada que recibió coaching de Collazo en el 2011, tomará la reválida de Derecho en septiembre por tercera vez. Antes del primer intento, pasó más de dos meses sola en un apartamento y dedicó todo su tiempo a estudiar. Piensa que la lentitud al leer y el factor emocional influyeron en el resultado.

“Es como una montaña rusa de emociones. A veces tuve mis bajas. Me ponía a llorar porque es tanta y tanta información que mientras más se acerca la fecha del examen, más nervios”, dice.

El día del examen, la situación no mejoró demasiado.

“La mañana del examen me empezó un ataque de ansiedad. Yo iba caminando y la respiración se me puso cada vez más fuerte. A las 8:00 a.m. estaba en el baño, vomitando. Por poco no entro”, cuenta.

Esta vez, además de mejorar sus técnicas para el estudio y mantener la concentración, trabaja con el manejo de esas emociones que han logrado sabotear su esfuerzo en el pasado.


MANEJO SALUDABLE DE LAS EMOCIONES

Naychaly Rivera Nieves, sicóloga consejera del centro Piensa de Sicología Innovadora trabaja con sus pacientes el curso “Sánate para la mente plena”.

“La reválida es una de las presiones autoimpuestas más grandes porque implica lograr tu sueño. No es solo pasar un examen. Define si comienzas a ejercer tu profesión o si te detienes”, apunta.

Entre sus pacientes, muchos de ellos estudiantes graduados de medicina, sicología o derecho, es común la pérdida de concentración y problemas con el sueño previo a la prueba.

Algunos comienzan a experimentar pensamientos negativos de forma repetitiva, a pesar de haber sido buenos estudiantes. Otros, se vuelven irritables y sienten afectada su capacidad para enfocarse y retener información.

Para aliviar todo este cuadro, Rivera Nieves les presenta técnicas para quitarle al evento un matiz de desgracia. Luego, les ayuda a crear un plan de estudio con metas realistas. El mismo, promueve el balance al incluir períodos de descanso, así como una buena alimentación que elimine la cafeína o los estimulantes en exceso.

En ese marco, la terapia trabaja con la estructura de pensamiento del individuo. Se trabaja con miedos pasados, temores de la infancia y de no poder cumplir con las expectativas, explica la sicóloga.

“Buscamos que el paciente reconozca sus sensaciones fisiológicas para controlarse a sí mismo, porque si controlan esas sensaciones pueden controlar su mundo”, apunta.

Parte de las terapias se dedican a rehabilitar la atención. “Aprenden a procesar sus pensamientos. La premisa número uno es reconocer que ningún pensamiento o emoción está fuera de tu alcance”.


Neuroterapia

Tu estado de ánimo se refleja también en tu cerebro. Si estás muy agitado o pasivo, habrá cambios en tus ondas cerebrales. Cuando el nivel de estas ondas se eleva demasiado es difícil mantenerse concentrado o ser efectivo al realizar una tarea. Si disminuyen demasiado, carecerás del ímpetu para pasar muchas horas aprendiendo.

La neuroterapia (conocida como neurofeedback) es una opción para ayudar en este renglón. En la experiencia de la terapista Manena González, ofrece excelentes resultados.

“Estudios han encontrado que una nivelación perfecta para la persona, le ayuda a desenvolverse mejor y ser más efectiva”, explica González, quien lleva tres años ofreciendo el servicio también a atletas o profesionales de diferentes campos.

En el caso de los estudiantes, González hace primero una entrevista para explorar aspectos del estilo de vida (hábitos de estudio,descanso, alimentación).

Luego, se lleva a cabo la terapia. El primer paso es colocar en la cabeza del paciente unos electrodos que se conectan a una computadora que hace un electroencefalograma que mide la actividad cerebral.

Mientras esta lectura se lleva a cabo, la terapeuta ofrece estímulos visuales, auditivos o ambos, los que alientan a la persona a continuar autoregulándose para llegar al estado mental deseado. Hay quienes funcionan mejor un poco más estimulados o más pasivos.

Lograr ese estado mental idóneo impacta positivamente la manera de desenvolverse, de integrar la información, el buen juicio, la creatividad y la productividad.


Medita y relájate

En el período de estudio hay que tener cuidado con los cambios muy dramáticos en la rutina. La mayor cantidad de tiempo debe dedicarse al estudio. Dicho esto, si nunca has practicado yoga u otras disciplinas o deportes, ten en cuenta que si los integras a tu rutina no deben competir con el estudio.

Dedicar un rato en el día a practicar yoga o algunas técnicas de relajación y respiración pueden ser útil para estirar el cuerpo y aliviar la mente.

“Hay muchas técnicas para mejorar la concentración, la retención y desbloquearse antes y después del examen”, afirma Lizelle Arzuaga, yoga terapeuta y consultora en Ayurveda.

Un ejercicio que recomienda es sentarse a la mitad del asiento, con las piernas abiertas y dejar que el peso del tronco y la cabeza caigan hacia abajo en la exhalación y, al subir, inhalar.

Otra técnica es la respiración alterna, es decir, inhalar por un agujero de la nariz, taparlo y exhalar por el otro. Se repite lo mismo varias veces.

Aprender algún tipo de meditación también prepara la mente y el cuerpo para estudiar.

Tanto Arzuaga como el resto de las entrevistadas menciona la meditación de mente plena o mindfullnes como muy efectivas para lidiar con las tensiones.

Esta modalidad se enfoca en prestar atención al momento o a los eventos sin juicio. En lugar de decir: este examen es lo peor del mundo, la persona lo concibe como simplemente un examen más. Esta neutralidad es valiosa, pues evita la predisposición a cualquier extremo. La mente, dicen quienes la practican, reacciona entonces con esa misma neutralidad de pensamiento y lenguaje. No le pone un sello a la experiencia sino que la deja ser.


RECUERDA…

  • Además de separar el tiempo suficiente para estudiar, debes asegurar que estás siendo productivo en la tarea. Vigila si tu método de estudio está siendo efectivo para ayudarte a dominar las materias. De lo contrario, haz modificaciones o busca ayuda profesional para hallar un método más apropiado.
  • Para evitar abrumarte con la cantidad de material que debes aprender, divídelo en por materias o por cantidad de páginas por día. Propónte metas realistas y haz todo lo posible por cumplirlas día a día.
  • Protege el tiempo y la calidad de tu sueño. Es necesario descansar bien para maximizar la productividad durante las horas de estudio. Si sientes que tienes problemas para dormir bien, busca ayuda para resolver la situación.
  • Haz ejercicio o al menos practica estiramientos para contrarrestar el entumecimiento del cuerpo que provoca estar muchas horas sentado.
  • Mantén una alimentación balanceada y no saltes comidas.
  • Busca el balance al incluir en tu agenda ratos de esparcimiento o para compartir en familia. Es necesario desconectarse de vez en cuando.
  • Estudiar para una reválida limitará el tiempo disponible para otras actividades, incluyendo compartir en familia o con tu pareja. Conversa al respecto con la gente importante para ti y logren acuerdos para evitar malos entendidos.
  • Ahora, más que nunca, aléjate de personas negativas o de aquellas que lanzan críticas que no son constructivas.
  • Utiliza tu respiración como aliada en momentos de tensión. Respira hondo y lento cuando sientas que la presión te invade.

be open mind

 

MANTEN TU MENTE ABIERTA

  • Tú decides si describes tu vida o tus experiencias de manera constructiva o destructiva. Es mejor pensar en la reválida como una experiencia ni demasiado buena ni demasiado negativa, con neutralidad, explica la doctora Rivera. Cuando dices “la reválida es lo peor”, envías a tu cuerpo señales de tensión, activan las áreas del cerebro que reaccionan hacia lo negativo.
  • “Te programas a la experiencia dependiendo del adjetivo que escojas para la experiencia. Recomendamos neutralizar la experiencia. Son las expectivas sobre la experiencia lo que más nos bloquea”, explica la sicóloga.
  • Vigila las señales de agotamiento excesivo y aprende a hacer las pausas necesarias. Exigirle demasiado a tu cerebro puede bloquearte.
  • Visualizate triunfante y exitoso en lugar de invertir mucho tiempo dudando de ti y tus capacidades.

 

 

Fuente: El estrés de la reválida, por Camile Roldán Soto. ElNuevoDia.com, Sección Bienestar, 2 de agosto de 2013.